
Con cada año que pasa, se supera la cantidad de plástico que se puede gestionar y reciclar, siendo cerca del 99%, plástico hecho a partir de combustibles fósiles, siendo un salvavidas para la industria petrolera y del gas, lo que solo empeora el problema de la contaminación.
El procesamiento de combustibles fósiles para la fabricación de plástico libera a la atmosfera miles de millones de toneladas de gases de efecto invernadero, siendo que solo en le 2019 representaron más del 5% de emisiones a nivel mundial.
A pesar de esto, la producción del plástico virgen se ha expandido rápidamente en las últimas dos décadas y se pronostica que para el 2050 se va a duplicar o triplicar la cantidad de gases invernaderos emitidos.
